Esa necesidad loca de volver a caminar por tus calles, por tus grandes árboles que empapan tu sinceridad.
Volver a sentirme libre, en un país que fue mío, como si fuera mío.
Deje mi corazón en tu ciudad, en los libros polvorientos, en las chucherías, en la sensación de libertad, esa sensación que cala hondo en mis huesos y que me desvela hasta hoy.
Deje esa sensación de amistades que hice en las calles, hablar con extraños, señores de ternos, antigüedades perfectas. Y la música....¡Qué maravilla!
Miré muchos hombres, me cautivaron varios, me dijeron princesa y me sentí una de esas, con vestido rosado y una corona. Pero era un sueño.
Me enamoré de los hombres de tu ciudad, de tus colectivos y parques.
Debo volver. Debo volver a buscar el amor a la libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario